Si bien es cierto que las personas que sufrimos linfedema tenemos que cuidarnos de manera especial durante todo el año, en verano es necesario reforzar los cuidados, ya que el calor, la humedad y las posibles picaduras de insectos se convierten en nuestros enemigos.
Cuando llegan las altas temperaturas, nuestro cuerpo envía más sangre a las zonas periféricas para contrarrestar el calor de la piel. Esto aumenta la presión venosa, especialmente en las extremidades. Para quienes tenemos problemas con la linfa esto se convierte en un gran inconveniente. Por esta razón debemos seguir estas recomendaciones al pie de la letra:
- Evitar tomar directamente el sol. De esa manera no habrá una vasodilatación fuerte.
- Utilizar nuestras prendas de compresión (manga, guante, medias) todo el tiempo que sea posible.
- Intentar realizar ejercicios bajo el agua para refrescar y masajear la piel. Esto es beneficioso para mejorar el transporte de la linfa. Debemos asegurarnos de secar muy bien la piel cuando salimos del agua, especialmente en los pliegues y entre las zonas de los dedos. Se debe evitar la excesiva humedad.
- Es indispensable hidratarnos muy bien, lo recomendable es tomar suficiente agua y evitar las bebidas con gas y azucaradas.
- Si durante todo el año el consumo de frutas y verduras es importante, en la época estival mucho más.
- Llevar ropa cómoda. Hay que evitar prendas ajustadas ya que dificultan la circulación. Si vamos a caminar por zonas en las que podamos herirnos debemos usar ropa ligera pero que nos proteja.
- Usar repelente para evitar al máximo la picadura de mosquitos u otros insectos. Si viajamos a zonas con muchos zancudos debemos, además, intentar dormir en camas con mosquiteros. En caso de picaduras debemos desinfectar las heridas muy bien. Hay que consultar al médico de inmediato si notamos que alguna está infectada.
- En verano es necesario elevar la extremidad afectada con mucha más frecuencia para que disminuya la presión venosa, más si hemos estado caminando. El descanso es vital.
- Intentar mantener la calma si sentimos que el linfedema empeora puntualmente. Hay que recordar que se trata de molestias estacionales y que con descanso, elevación de la extremidad y el aumento de los cuidados podremos recuperar la relativa normalidad.
- Y por supuesto utilizar protección solar, y reforzar su aplicación varias veces durante el día.