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El linfedema genital también existe

Casi siempre que se habla de linfedema se hace referencia a su manifestación en las extremidades, tanto superiores como inferiores. Es en realidad la forma más frecuente en la que se presenta esta enfermedad. No obstante no es la única. Por diversas circunstancias, derivadas de otras patologías o de tratamientos para combatirlas, el linfedema también puede afectar los genitales de mujeres y hombres.

Recientemente, la fisioterapeuta Yolanda Robledo do Nascimento tuvo la oportunidad de aproximarse a esta realidad del linfedema tan olvidada. Ello ocurrió a propósito del seminario web (webinar) que tuvo por título Linfedema genital y que, con el auspicio de la marca de prendas de compresión Jobst, impartió la doctora Isabel Forner Cordero, especialista en Medicina Física y Rehabilitación, quien desarrolla su trabajo en la Unidad de Linfedema del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia.

A continuación, la primera parte de las notas que Yolanda Robledo nos ofrece de este evento.

¿Cómo se manifiesta el linfedema genital?

De acuerdo con Forner, el linfedema que se presenta en el hombre puede afectar a su pene, prepucio y/o escroto. El volumen puede ser leve o severo, y generar dificultades para actividades como vestirse e incluso caminar.

El pene con linfedema tiene la forma característica de saxofón. Puede presentar vesículas linfáticas, que a veces se acompañan de linforreas (fugas de líquido linfático). Estas requieren mucha atención, ya que pueden constituir la puerta de entrada para las infecciones.

En la mujer, el linfedema afecta a los labios mayores o menores de la vulva. Puede ser unilateral o simétrico y producir fricción, picor o vesículas linfáticas. Al igual que en el hombre, también es posible que genere linforreas. El aumento de los labios o del pubis puede confundirse con condilomas (verrugas genitales).

Complicaciones del linfedema genital

Las complicaciones asociadas al linfedema en el hombre son dos: dificultades en la micción y disfunción sexual, aunque en el caso de esta última es difícil confirmar que la causa sea el linfedema.

En la mujer, el linfedema genital produce aumento del volumen de la vulva, lo que afecta la imagen corporal, la libido y la vida sexual. La complicación más frecuente es la linfangitis, que es la infección de los vasos (canales) linfáticos

Tratamientos recomendados

La recomendación de la doctora Isabel es el tratamiento conservador, ya que se ha demostrado que la Terapia Descongestiva Compleja (TDC) es efectiva en el 64% de los pacientes. Además cuanto más precoces sean la detección y el tratamiento del linfedema genital, más efectividad tendrá la TDC.

En cuanto a la presoterapia, está contraindicada si al paciente se le han extirpado los ganglios linfáticos.

Tal y como recordó Forner, en el tratamiento del linfedema genital es primordial la educación sanitaria. A la persona que lo padece se le debe enseñar a vendar los genitales y se le debe instruir en las técnicas adecuadas para su cuidado.

Dada la particularidad de la zona que afecta, la compresión es difícil de aplicar y es poco tolerada por el paciente. Se puede llevar a cabo mediante vendajes o prendas de compresión. También hay almohadillados especiales que facilitan la compresión en estas regiones. En el caso del hombre, a la hora de realizar el vendaje es más recomendable vendar por separado el pene y el escroto.

El tratamiento quirúrgico puede estar indicado cuando el conservador no ha sido efectivo y también para pacientes con volumen masivo. Suele tener un buen resultado estético y funcional. Puede reducir significativamente los episodios de linfangitis así como mejorar la calidad de vida de la persona.

En una próxima entrada de este blog hablaremos con más detalle acerca de las causas del linfedema genital y de su incidencia.

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